viernes, 14 de enero de 2011

Ellos son así

Noche tras noche veía a la misma chica. Sentada en la misma barra, bebiendo siempre el mismo trago corto, luciendo esa sonrisa siempre encantadora.

Pero hoy... ¡Hoy fue diferente!

Esperaba encontrarla envuelta en su glamour, bebiendo tekila con gotitas de limón, sentada siempre en su mismo rincón. Me faltaban sus largas piernas cruzadas, su hermosa figura meciéndose al compás de la música, la luz que emanaba de su sonrisa y me encendía el alma. ¡La chica de la barra no estaba en el sitio donde podía contemplarla! ¿Dónde te haz metido? ¿Por qué faltaste a nuestra cita tácita?

No hizo falta buscar más. Detrás de mí corrió el aire frío de la puerta abierta que la dejaba pasar. Su tardanza fue el presagio de que hoy ocurriría algo distinto. Y así fue. No se detuvo en la tercera silla tras la barra, sus altos tacones la llevaron a detenerse frente a mí. Comprendí entonces que hoy había decidido no ser la misma chica deseando ser contemplada.

Hoy fue el orgullo de su padre que salió de fiesta a beberse la vida después de quemarse las pestañas estudiando para mantener su beca. Fue la amante perfecta, en busca del chico no perfecto, ni al de sus sueños, sólo al chico real. Y tristemente, también fue la chica autodestructiva, que en sus historias contaba que nadie la oía, que nadie la buscaba, que nadie la veía, que nadie la amaba.

Pero sobre todo ¡Hoy no fue la chica de detrás de la barra! Hoy fue la mujer valiente que quiso conocer al ser dormido que había en mí. A aquel hombre con aires de bohemio y whisky en la mano, que prefería soñar en vez de vivir.


Hoy fuimos distintos. Ni mejores ni peores, sólo distintos.





KRN

3 comentarios:

  1. "Fue la amante perfecta, en busca del chico no perfecto, ni al de sus sueños, sólo al chico real." Me encantóoo esa parte! xD
    y en general tu entrada!!! xD

    ResponderEliminar
  2. oh, qué encuentro tan enigmático y apasionado =)
    chévere que sigas con tu blog

    ResponderEliminar